Reliquias







Los migrantes que emprenden el viaje llevan consigo ideales y expectativas, temores y añoranzas. Los caminos son duros e inhóspitos, no hay espacio para un gran equipaje, se llevan sólo a sí mismos pero casi siempre hay algo que se trae de antes, una imagen, un objeto que materialice los recuerdos, que evoque a los suyos o a su propia identidad.

Los recorridos son largos y las pérdidas muchas, cada kilómetro que se avanza esos objetos van adquiriendo un valor mayor, casi religioso.  Se atesoran y veneran, son el contacto con lo que se deja y con el motivo de la partida, son la evidencia de lo que se es y del por qué hay que seguir.